Fondo municipal de defensa de inmigrantes supera expectativas en Chicago

Alcalde de ChicagoEl alcalde de Chicago Rahm Emanuel ha impulsado en su administración la creación de programas comunitarios que ayudan a inmigrantes y refugiados a establecerse en EE.UU., con el apoyo de firmas de abogados que ofrecen sus servicios pro-bono. Foto Archivo EFE/TANNEN MAURY

Chicago, IL.- El Fondo de Protección Legal creado en Chicago para atender a inmigrantes y refugiados ha auxiliado a 50.000 personas y rebasado sus expectativas en casi dos años de funcionamiento, informó hoy la Alcaldía.

El fondo, que ofrece representación legal gratuita en las cortes a personas amenazadas con la deportación, comenzó a funcionar en enero del año pasado con recursos aportados por la Alcaldía y organizaciones privadas y filantrópicas.

“Nuestros socios han realizado un trabajo extraordinario para estar seguros de que las vidas de todos nuestros residentes estén protegidas”, dijo el alcalde Rahm Emanuel, en declaraciones recogidas en un comunicado que no detalla cuántos indocumentados figuraron entre los inmigrantes atendidos.

“Cuando defendemos a nuestras comunidades de inmigrantes y refugiados, defendemos el sueño americano”, agregó Emanuel, quien agradeció la participación de 10 firmas de abogados que trabajan gratuitamente, así como a organizaciones comunitarias y religiosas, además de voluntarios.

El fondo ha sido utilizado además para capacitar a 500 “navegantes comunitarios”, que a su vez educan a los inmigrantes para que “conozcan y entiendan sus derechos legales”.

Los servicios son coordinados por el Centro Nacional de Justicia para el Inmigrante (NIJC) de Chicago y el Proyecto Resurrección, que trabaja con familias hispanas en el barrio Pilsen, en el suroeste.

Mary Meg McCarthy, directora ejecutiva del NIJC, declaró que los inmigrantes y sus familias enfrentan a un sistema que “está plagado de obstáculos y decisiones arbitrarias”, por lo que la ayuda de un abogado hace la diferencia entre ser deportado o permanecer en el país.

Según el centro, en el área de Chicago hay unas 150.000 personas indocumentadas que son sujetas de auxiliadas por el fondo.