Catalina Cruz, la ‘soñadora’ que quiere ser “altavoz” de los indocumentados

Catalina Cruz, la ‘soñadora’ que quiere ser “altavoz” de los indocumentadosFotografía cedida por la campaña electoral de la demócrata Catalina Cruz, que acaba de convertirse en la primera "dreamer" (soñadora) en entrar en la Asamblea Legislativa del estado de Nueva York. Cruz, nacida en Medellín (Colombia) hace 35 años, se propone ahora ser el "altavoz" de la reivindicación de los derechos de los indocumentados que llegaron a EE.UU. siendo menores de edad. Foto EFE/Cruz For New York

Nueva York, NY.- La demócrata Catalina Cruz se acaba de convertir en la primera “dreamer” (soñadora) en entrar en la Asamblea Legislativa del estado de Nueva York y ahora se propone ser el “altavoz” de la reivindicación de los derechos de los indocumentados que llegaron a EE.UU. siendo menores de edad.

“Esto significa para mí la oportunidad de servir como altavoz para resaltar las historias de personas que todavía viven lo que yo viví por tantos años”, asegura en una entrevista con Efe Cruz, que con nueve años cruzó irregularmente la frontera estadounidense.

Nacida en Medellín (Colombia) hace 35 años, Cruz subraya lo dura que ha sido la vida para su familia y rechaza la visión “romántica” del sueño americano, así como la difundida por Hollywood.

“Es muy difícil ver el sueño americano como lo ve Hollywood, con ese romanticismo; para mí ese sueño americano nunca ha existido”, asegura esta abogada que ganó el acta en las pasadas legislativas de medio mandato en EE.UU., cuando se votó también al senado estatal.

Durante la campaña electoral, Cruz contó con orgullo su origen y cómo su madre la llevó con el “sueño de dar a su hija una vida mejor”.

“Soy una ‘dreamer’, la hija de una trabajadora indocumentada que me trajo aquí para lograr el sueño americano”, decía en un vídeo promocional de campaña, en el que también contaba los sufrimientos de su madre, que comparaba con la vida de otros muchos inmigrantes del barrio neoyorquino de Queens, donde vive y por donde se presentó a las elecciones.

Mientras espera para jurar su cargo, insiste en que “todavía hay madres a las que se les está robando el salario” en Estados Unidos o jóvenes que se esfuerzan para poder continuar sus estudios.

Por ello, asegura que en cuanto tome posesión de su escaño local trabajará para aumentar la atención que se presta a esas personas.

La joven política resalta también que la mayor dificultad en los comicios no fue imponerse en su distrito, tradicionalmente demócrata y en el que desde hace décadas no se presentan candidatos republicanos, si no ganar en las primarias de su formación, el Partido Demócrata, tras denunciar a las élites del partido.

“El partido demócrata estaba establecido y gobernaba de una forma casi tiránica, donde ellos escogían a quien se postulaba y si uno no estaba metido en ese jueguito con ellos, no le daban la oportunidad. Yo me postulé y gané aun sin tener el apoyo de ellos”, declara Cruz.

Por eso, insiste en que ha llegado hasta donde ha llegado porque ha habido “oportunidades y suerte, porque hay miles de jóvenes que están trabajando y han luchado lo mismo que yo pero que no han tenido las posibilidades de llegar adonde yo llegué por suerte”.

Cruz también interpreta su victoria, enmarcada en unos resultados electorales en los que la mujer y los estadounidenses de origen latino han logrado un récord de representación, como parte de “un renacimiento de algo que venía pasando desde hace algún tiempo”.

“Teníamos grupos que habían sido ignorados y no tenían un poder político, y ahora nos hemos cansado de que hicieran política por nosotros y nos lanzamos nosotros mismos a hacer una cosa totalmente diferente que no sea centrarse en mantener el poder, si no centrarse en cómo ayudar al pueblo”, dice Cruz, parte del grupo de jóvenes del ala izquierdista demócrata que se rebelaron al ‘establishment’, como Alexandria Ocasio-Cortez, Julia Salazar o Jessica Ramos.

Sobre la actual crisis de migrantes en la frontera con México, Cruz reivindica que sea descrita como “lo que es, un éxodo de refugiados”.

“Yo no lo miro como una caravana, porque esto es la política de (el presidente estadounidense, Donald) Trump que quiere colocar a las cosas nombres que hace que la gente se asuste, que piensen que vienen millones y millones de personas a invadir un país, y lo que está pasando es un éxodo de refugiados”, insiste la política.