Rechazo generalizado en el Valle del Río Grande a construcción del muro

muro fronterizoLa imagen muestra el muro fronterizo entre Estados Unidos y México. Foto Hillebrand Steve, U.S. Fish and Wildlife Service

MCALLEN, TEXAS.-  Congresistas y líderes comunitarios de Texas unieron sus voces para rechazar la construcción del muro fronterizo a un costo de $1.6 billones el cual calificaron de absolutamente innecesario y un desperdicio de recursos.

“Estamos alarmados por la decisión de destinar mil seiscientos millones de dólares ($1.6 billones) para la construcción de un muro innecesario en la frontera de nuestra región, mientras existen muchas carencias en salud e infraestructura que no están siendo cubiertas por la falta de recursos económicos”.

Así se expresó la coordinadora de La Unión del Pueblo Entero (LUPE) en esta región, Martha Sánchez, al ser entrevistada por Inmigración.com quien, al igual que los congresistas demócratas de la región Henry Cuéllar (TX-28) y Vicente González (TX-15) expresó su desaprobación por la decisión de concluir la construcción del muro en el Valle del Río Grande.

Como se recordará, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una partida de último momento de mil 600 millones de dólares, en un paquete de gastos por 827 mil millones de dólares que incluyó fondos para defensa, energía y seguridad nacional, pero aún tendrá que esperar el debate en el Senado.

La cámara baja dio satisfacción así al presidente Donald Trump, quien en mayo pasado presentó al Congreso una propuesta parecida en su presupuesto para 2018 para iniciar la construcción del muro en la frontera con México.

Los primeros tramos de la nueva estructura, promesa de campaña presidencial de Trump, se ubicarán en porciones fronterizas de los estados de Texas y California con México.

Ya hay muro

En lo que corresponde a la región entre McAllen y Brownsville, ciudades que se ubican frente a Reynosa y Matamoros del lado mexicano en el estado de Tamaulipas, respectivamente, ya existen varios tramos de muro construidos. El nuevo presupuesto está destinado a concluir esa barrera artificial en el sureste de Texas. Está previsto que en esta región se erija un tramo de 32 millas (51.2 kilómetros) de muro.

Otro tramo más de 14 millas (22.4 kilómetros) será levantado en una porción del sector de San Diego, California, para remplazar la actual infraestructura, donde, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ocurre el mayor volumen de detenciones de inmigrantes indocumentados que tratan de cruzar la frontera.

Solución al estilo siglo XIV

El congresista Henry Cuéllar hizo público su desacuerdo sobre la aprobación del mencionado presupuesto expresando que “Yo represento la frontera donde actualmente vivo. He dialogado regularmente con los ciudadanos, dueños de propiedades del área donde pretende construirse el muro, oficiales de policía y de inmigración y he concluido que esa costosa y masiva muralla no es más que tratar de dar una solución del Siglo 14 en el Siglo 21.

“Las condiciones del terreno en esta frontera, junto con la vigilancia de la Patrulla Fronteriza ya son factor para disuadir a los inmigrantes. El muro requiere de sustanciales áreas de terreno que al ser tomadas por el Gobierno Federal violarían los derechos de los dueños de propiedades fronterizas, afectando, además, refugios de vida silvestre. Todo ese dinero sería mucho mejor invertirlo en tecnología y equipar adecuadamente a los agentes para cubrirlos huecos que hagan falta”, dijo Cuéllar.

Debemos de trabajar en desarrollar una forma estratégica y metódica para lidiar con la inmigración y eso incluye trabajar con México y Centroamérica”, enfatizó el legislador.

En el lado equivocado de la historia

Al rechazar la decisión de construir el muro, el congresista Vicente González hizo del conocimiento de la opinión pública del sur de Texas la carta en la que argumentó su oposición a la medida. La calificó como un desperdicio y un ejercicio sin efectividad en lugar de diseñar un plan más inteligente, productivo e innovador para fortalecer la seguridad fronteriza y destinar esos fondos a respaldar programas federales que beneficien a la gente de Estados Unidos.

“Si queremos más seguridad debemos destinar más presupuesto para resolver problemas de personal de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y mejorar los recursos aerostáticos y de tecnología que se necesitan con el fin de mantener una frontera segura”, afirmó.

Habla la comunidad      

Martha Sánchez, dirigente de LUPE, una organización dedicada a la defensa de los migrantes, protección de los derechos civiles y desarrollo comunitario, señaló que no deberían autorizarse fondos para muros innecesarios sino para cubrir la falta de infraestructura urbana como drenaje, calles sin pavimentar, parques y alumbrado público.

“El muro no va a resolver problemas y a cambio va a invadir áreas naturales donde se encuentra fauna protegida, por lo que estamos haciendo un llamado a los senadores para que voten en contra de esta medida que es perjudicial para el medio ambiente, y apoyen proyectos de infraestructura, salud y educación.