Acusan de abusivo uso de celdas en centro de detención para migrantes en Georgia

Stewart Detention Center GeorgiaStewart Detention Center en Georgia. Foto Cortesía

Juan Medina (no es su nombre real) sobrevivió 6 meses en el Centro de Detención de ICE en Stewart, Georgia y casi un mes en una celda en solitario, donde según sus declaraciones y la queja formal de su abogado, fue castigado por ser gay. Cuando esto ocurrió, tenía 19 años.

Ahora, el muchacho de 21 años está viviendo en Nueva York con un tío y esperando una tarjeta verde, pero aún recuerda con todo detalle cómo los guardias del centro lo acusaron de tener sexo oral con otro detenido, mas nunca le permitieron presentar testigos comprobando que la acusación no era cierta.

“Estuve casi un mes en aislamiento, “el pozo” que le llaman los guardias, porque un oficial me acusó de algo que no había pasado”, dijo Medina, quien habló telefónicamente con La Opinión bajo condición de que no se usara su nombre real.

Medina cuenta que un día estaba en la “yarda” (patio) del centro de detención con otro joven “con el que salíamos, hablábamos”, y que en un momento dado se tomaron de la mano y se dieron un beso. “Eso fue todo lo que pasó, pero nos vio un guardia. Al rato nos llamaron y comenzaron a investigarnos“, afirma el muchacho.

La investigación interna culminó con una declaración de “culpabilidad” en una corte informal formada por los propios guardias, en la cual no se le permitió presentar testimonio de otros detenidos ni se le tomó declaración escrita, entre otras irregularidades, dijo su abogado Bryan Johnson.

“El derecho a una audiencia que mandan los reglamentos estuvo totalmente ausente”, dijo Johnson. “Además, no se supone que usen las celdas de aislamiento como castigo, sino disciplina y creemos que lo encerraron por ser gay”.

Johnson protestó y exigió la liberación de Juan, quien ya había pasado una entrevista de “miedo creíble” de regresar a El Salvador, donde las personas homosexuales sufren persecución.

“Después de quejarnos por todas las vías posibles, lo dejaron salir de la celda en solitario”, dijo el abogado, quien terminó por lograr que un juez cancelara la deportación del joven y le concediera un estatus especial para menores abandonados por sus padres, antes de cumplir 21 años que es la mayoría de edad en Nueva York.

En varios momentos de la investigación, Medina fue objeto de burlas y comentarios que le hicieron sentir que el verdadero problema de los guardias con su comportamiento era su condición de gay.  “Una oficial le hizo a otra una cara de asco, cuando hablaba de lo que supuestamente habíamos hecho y mi oficial deportador se rió e hizo un gesto ofensivo a otro en mi presencia”, comenzó el joven.

Actualmente se sigue una investigación interna por el caso del muchacho tras la insistencia de su abogado en presentar una queja.

Grupos acusan uso indiscriminado de castigos

El joven salvadoreño corrió con mejor suerte que Jean Jimenez-Joseph, de 27 años, quien hace dos semanas se suicidó colgándose en su celda de aislamiento en el mismo centro, ubicado en Lumpkin, Georgia, a tres horas de Atlanta y a 45 minutos del pueblo más cercano

Stewart es la cárcel para inmigrantes más grande del país y una de las más criticadas por supuestas violaciones a los derechos civiles.

Durante años, organizaciones de derechos civiles como ACLU de Georgia y otras han criticado particularmente el uso arbitrario de celdas de aislamiento en Stewart  para castigar a detenidos por diversas “faltas”.

Las celdas son pequeños cuartos donde los detenidos pasan por lo menos 22 horas al día encerrados y solos, sin contacto con otros detenidos.

Al menos dos reportes realizados por abogados de derechos civiles han criticado el uso de este castigo en diversos centros de detención y particularmente en Stewart, una cárcel para migrantes que está en una zona remota de Georgia y que se destaca por tener una de las tasas más grandes de deportación de todo el país.

Este jueves, una coalición de derechos de los inmigrantes que incluyó a Project South, Georgia Detention Watch y Detention Watch Network hizo un llamado a las autoridades a considerar el cierre de Stewart y de Atlanta City Detention Center (ACDC), alegando maltratos a los detenidos.

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