¿Quiénes están detrás del ‘tráiler de la muerte’?

inmigrantesLa fotografía muestra el camión donde se hallaron a 39 inmigrantes ilegales expuestos a altas temperaturas y sin aire y de los que murieron diez, en San Antonio, Texas, en julio de este año. Foto EFE

MCALLEN, TX.- Los pocos testimonios de los que se tiene conocimiento hasta ahora sobre la forma en que fueron trasladados los migrantes que lograron llegar hasta San Antonio, encerrados en la caja de un tráiler, abren muchas interrogantes sobre lo que ocurrió durante las últimas 24 horas en que estos buscadores del sueño americano vivieron una pesadilla inolvidable y, en el peor de los casos, encontraron la muerte.

Si bien la información disponible no deja duda que fue Laredo el punto de partida de los cuando menos 70 indocumentados a bordo de la unidad motriz, donde fueron encerrados, no se ha revelado la ruta que siguió el chofer para llegar hasta San Antonio.

La enorme y pesada unidad motriz tuvo que pasar por uno de los puntos de revisión de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol): Si se optó por la ruta directamente de Laredo a San Antonio debieron de haber cruzado el punto de inspección de Cotula; si se decidió por seguir la carretera procedente de McAllen sería Falfurrias y si fuese por Harilingen o Brownsville sería Sarita la garita de revisión.

La información que ha logrado trascender revela que el sexagenario conductor del vehículo, James Mathew Bradley, es la única persona que se encuentra acusada formalmente y sujeta a proceso, pero las circunstancias en que escaparon rápidamente de la caja del tráiler una buena parte de los pasajeros, que estaban siendo esperados por varias camionetas (pick-ups), indica que tras la tragedia se encuentra toda una organización.

Desde Laredo

Diez inmigrantes indocumentados murieron tras haber permanecido dentro de un camión sin aire acondicionado a altas temperaturas en el sur de Texas, el domingo 23 de julio de 2017. Foto EFE/ARCHIVO

Los integrantes del grupo de migrantes indocumentados procedían de distintos países y fueron llevados en grupos hasta el lugar donde se encontraba estacionada la unidad, en el área de Laredo, que los transportaría al interior de la Unión Americana.

Una vez que estuvo a bordo la carga humana, la puerta del remolque se cerró y así permaneció por horas. El viaje entre Laredo y San Antonio se puede cubrir fácilmente en no más de tres horas. Hay una distancia de 155 millas entre ambas poblaciones, sin embargo fueron muchas las horas que estuvieron encerrados los migrantes, sin que funcionara el sistema de refrigeración o de aire acondicionado con una temperatura en el medio ambiente de alrededor de 100 grados Fahrenheit.

La falta de ventilación al interior del improvisado e inusual transporte obligó, según testigos, a abrir un orificio donde los pasajeros se turnaban para aspirar un poco de aire que les permitiera sobrevivir, desafortunadamente, algunos no lo lograron.

Primeras Investigaciones

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Foto U.S. Customs and Border Protection/Archivo

Ante una Corte Federal, uno de los sobrevivientes identificado con las siglas JMMJ reveló a agentes especiales de la División de Investigaciones Internas (HSI) de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que una vez que llegara a San Antonio, tenía que pagar $5,500 dólares a los “polleros”.

Añadió que esperó con un grupo de 28 personas hasta las ocho de la noche del día fijado, que no fue precisado, para ser “cruzado” a través del rio Bravo hacia Estados Unidos.

Otro sobreviviente dio a conocer que él permaneció durante varios días en una casa de seguridad en Laredo en espera de que los traficantes humanos les indicaran cuando serían trasladados a San Antonio.

A las nueve de la mañana fue recogido junto con otros por un vehículo Chevrolet Silverado y llevado al tráiler en el que se produjo luego el percance.

JMMJ dijo que su grupo fue el último de uno mayor que ya se encontraba dentro de la caja del tráiler, donde estimó que habría unas 70 personas en total. Se le dijo que subiera y que sería transportado más tarde ese mismo día.

Hacia las nueve de la noche del sábado 22, en San Antonio, las puertas del trailer se abrieron para mostrar, en medio de la estampida de los que tenían fuerza para salir, una macabra escena en la que 10 de los buscadores del sueño americano sólo encontraron en forma trágica el sueño eterno.

Otros, con síntomas de deshidratación y muy débiles, fueron internados en un hospital donde pudieron salvar su vida.

Las investigaciones continúan en medio de especulaciones y cuestionamientos de una conmocionada opinión pública nacional e internacional.