EDITORIAL – Y a usted, ¿le importa?

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“Lo que haces con las manos lo borras con los pies”, reza una frase para indicar que las cosas buenas que has hecho las destruyes con una mala decisión. A parecer es lo que hizo la primera dama Melania Trump luego de visitar varios albergues convertidos en centros de detención de menores, al sur de Texas, y no nos hemos olvidado.

Y decimos ‘al parecer’ porque su frase impresa en la chaqueta que usó al subirse al avión de regreso a Washington, “A mi no me importa… ¿y a ti?, puede interpretarse de cualquier forma. ¿Realmente no le importó a la primera dama lo que acababa de ver en los rostros de esos menores de edad? ¿Era un mensaje para su propio esposo, el presidente de EEUU, separándose de su absurda persecución contra los más indefensos? ¿Era un mensaje para los periodistas, como lo afirmó después el propio presidente Trump, sin convencer a nadie? No se sabe…

La verdad es que este estilo de comunicación de Donald Trump como presidente de una potencia como lo es Estados Unidos, lo que demuestra es que evidentemente no está preparado para gobernar; nunca lo ha estado, solo ordenaba y sus empleados le obedecían ciegamente como a una especie de rey/dictador en la torre Trump. Se acostumbró a decir lo que quería sin que nadie se atreviera a objetarle nada, así fuera algo descabellado.

Por ahora, ya en la Casa Blanca, nos debería importar que Donald Trump, como presidente de EEUU, realmente NO tiene un plan para nada. “Ya veremos qué pasa” es una de sus frases favoritas para “gobernar”.

Nos debería importar que el presidente de EEUU descalifica por igual instituciones y personas sin mostrar pruebas o argumentos para justificar sus ‘rabietas’ a punta de ‘tuits’, más allá de afirmar que todo es mentira de los medios… y punto!

Nos debería importar que el huésped de la Casa Blanca no ha podido salir de su reality show donde echaba a todo el mundo muy a su estilo de emperador.

Nos debería importar que el presidente Trump no tiene ningún respeto por las personas, por las familias, y por las instituciones que han hecho fuerte a este gran país. Se ha ido en contra de jueces, del FBI, de gobernadores, de alcaldes, de sus propios funcionarios especialmente de aquellos que no lo adulan, de países amigos, etc.

Nos debería importar que el presidente Trump mantenga en su gobierno a funcionarios comprobadamente corruptos como Scott Pruit, Ben Carson, Ryan Zinke, y a sus abogados, entre muchos otros.

Nos debería importar que el presidente de Estados Unidos maneja una potencia sin ninguna preparación sólo con autoritarismo, amenaza a los medios y una gran prepotencia.

Nos debería importar escuchar el llanto inconsolable de niños preguntando por sus padres con la inocencia propia de sus cortas edades y sin entender por qué siguen encerrados en unas jaulas.

Nos debería importar que el partido Republicano, al que representa Trump, le ha permitido de todo. El mismo partido que dice defender los valores familiares pero que no le importan los menores de edad separados de sus padres y las denuncias por abusos en centros de detención.

Nos debería importar que vivimos en un país que ya empezamos a extrañar por los valores de democracia del que siempre fue líder.