LAS VEGAS (NV).-En medio de la “oleada anti inmigrante” que cruza el país de las oportunidades, se celebró en junio el Mes de la Herencia del Inmigrante que fue establecido en 2014 por la organización sin fines de lucro FWD US para honrar las atribuciones económicas y culturales de los inmigrantes que han enriquecido a este país desde su inicio.

La inmigración es el alma de los Estados Unidos.

Alrededor de la nación se realizaron varios eventos organizados por FWD.US bajo la campaña #IAmAnImmigrant con motivo de esta fecha.

Las Vegas, no fue la excepción y reunió a decenas de personas para festejar con bailes de diferentes nacionalidades, música, comida e información de interés para la comunidad.

El representante de FWD.US y coordinador del evento, Lalo Montoya, expresó que el evento fue para celebrar la diversidad y la herencia americana que existe entre los inmigrantes.

“Con esta celebración queremos honrar a la comunidad inmigrante que ha hecho grande a este país. Que mejor que recordando nuestras raíces, costumbres, cultura de todos los que nos encontramos reunidos aquí”.

“Nací en Jerez Zacatecas y crecí  como “Dreamer” soy parte de los jóvenes que se benefician con DACA . Quiero unir a la comunidad y junto con otras organizaciones seguir luchando día a día para mejorar la situación de nuestra comunidad inmigrante. Entiendo que actualmente hay miedo, por políticas que siguen oprimiendo a nuestra comunidad, por eso debemos estar unidos”, reiteró Montoya.

Sin embargo, junio cerró con malas noticias para los emigrantes, con la aprobación por parte de los republicanos de dos leyes anti inmigrantes que establecen sanciones mayores hacia indocumentados reincidentes y cortan los fondos para las llamadas “ciudades santuario” que se rehúsen a cooperar con autoridades federales.

Respecto a la situación actual que vive EE.UU. en el ámbito migratorio, el congresista demócrata de Nevada por el distrito 4, Rubén Kihuen declaró que, “en este momento estamos arduamente trabajando en contra de estas acciones ilegales y antiamericanas de la administración de Trump”.

“Estamos viendo que miles de personas están siendo deportadas en redadas alrededor de país, redadas ilegales; porque el presidente dijo que quería deportar a criminales, violadores  y gente violenta; con eso estoy  completamente de acuerdo. Pero lo que estamos viendo, es que muchas de estas personas están siendo deportadas porque que se les olvidó pagar un “ticket” y no son criminales”, aseveró Kihuen.

Otra de las prioridades para el congresista demócrata es que los “dreamers”  y sus padres tengan un tipo de seguridad en este país.

“Los republicanos están en este momento en el control de la presidencia, cámara baja y la alta, si ellos en verdad quieren resolver el problema de inmigración; está en sus manos hacerlo y de manera humana”, enfatizó el congresista demócrata.

Kihuen señaló que por fortuna en Nevada, no se han visto redadas masivas como en California o Arizona, no obstante indicó que no se debe bajar la guardia.

“Tenemos que estar muy atentos porque en cualquier momento pudiera pasar esta situación en Nevada. Hemos recibido muchas llamadas de personas que están pasando por  situaciones de inmigración”, afirmó. “En mi oficina estamos haciendo todo lo posible para que esas personas reciban respuestas a sus casos con ICE. Pasa muy seguido que la gente esta tratando de obtener respuestas, porque están confundidos, no saben porque deportaron a sus familiares”.

Inmigrantes bajo las sombras en EE.UU.
El número de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos ronda los 11 millones, según el Centro de Estudios Pew.

Desde que Donald Trump asumió la presidencia, se han impuesto nuevas políticas migratorias que no favorecen a la comunidad inmigrante y ponen en riesgo de  deportación a 11 millones de personas que viven en una situación irregular en el país.

Barbara Silva, forma parte ese segmento de personas que podrían ser separadas de sus familias.

La madre de origen mexicano arribó a la Unión Americana en junio de 1992 con su hija Astrid, mientras que su esposo ya vivía de este lado de la frontera. Al año nació su segundo y último hijo.

“Siempre hemos estado muy unidos y como papás buscamos la manera de que ellos (sus hijos) salieran adelante, con mucho esfuerzo y trabajando mucho. Siempre hemos sido buenos residentes, hemos respetado las leyes de este país y hemos pagado impuestos”, manifestó.

Silva confesó que si ella hubiese llegado en este momento al país, ya estaría pensando en regresarse a su tierra, esto debido al ambiente anti inmigrante que se está viviendo.

“Hay mucho temor en la comunidad inmigrante. Afortunadamente he estado involucrada en muchas campañas pro inmigrantes y me ha servido gracias a Dios para tomar fortaleza y tomar el ejemplo de mi hija Astrid, para seguir en la lucha”, subrayó.

A pesar de tener 25 años de no poder regresar a México, afirmó sentirse feliz de vivir en esta nación que vio crecer a sus hijos y ahora a su pequeño nieto.

“Antes se me salían las lágrimas por no poder ver a mi familia de México. Pero decidimos mi esposo seguir luchando por nuestros dos hijos, para darles una vida mejor a pesar de los obstáculos que hemos enfrentado”, reiteró la madre indocumentada.

Una de los mayores dificultades que ha enfrentado como inmigrante, es no tener una identificación oficial o “un número” para poder trabajar en este país.

“Sin una identificación valida, siempre hay un temor de que “te agarren” o simplemente ir a pedir trabajo y que no te den por no tener “papeles”, manifestó.

Por último, Silva envió un mensaje de aliento a las personas indocumentadas que temen ser deportadas.

“No tengan temor, hay que seguir adelante. Ya estamos en este país y batallamos mucho para llegar aquí, tenemos que seguir luchando por nuestras familias y no meternos en problemas, ser buenos ciudadanos”, acotó.

Saúl López es otro inmigrante mexicano que llegó a Estados Unidos hace un poco mas dos décadas y no ha podido regularizar su estado migratorio, pero esto no ha sido impedimento para convertirse en empresario.

“Al principio no me daban “chamba” en ninguna parte, “me las vi muy duras”, destacó.

“Después entre como mesero en un restaurante y estuve por muchos años allí. Logre ahorrar dinero y abrí un taller mecánico hace 7 años…me va muy bien”.

Manifestó que aunque económicamente se encuentra estable, el temor de ser deportado es latente todos los días y la tristeza de no poder salir del país para visitar a sus seres queridos siempre está presente.

“Es muy injusto que no sé nos dé la oportunidad de arreglar “papeles”, si hemos trabajado duro y pagado “taxes”. Espero que Trump ya no siga en contra de los inmigrantes”, aseveró López.