Salvadoreños de Los Ángeles celebran a su primer santo monseñor Romero

Salvadoreños de Los Ángeles celebran a su primer santo monseñor RomeroEl director ejecutivo del Fondo Educativo para el Liderazgo Salvadoreño Americano (SALEF) Carlos Vaquerano, pronuncia unas palabras junto a Wendy Carrillo, salvadoreña representante del distrito 51 de la Asamblea de California y monseñor Elías Bolaños, obispo de Zacatecoluca, durante un acto de homenaje para celebrar la canonización de monseñor Óscar Romero, el "primer santo" salvadoreño, en el parque Douglas MacArthur, en Los Ángeles (Estados Unidos). Foto EFE

LOS ÁNGELES, CA.- Más de un centenar de salvadoreños se congregaron el fin de semana en el parque Douglas MacArthur, en Los Ángeles, para rendir homenaje con una celebración a la canonización de monseñor Óscar Romero, el “primer santo” del país centroamericano.

“La gente humilde que lo conoció, la gente que convivió con él, la gente que escuchó sus homilías, y la gente que sabe quién fue monseñor Romero está feliz”, señaló a Efe Carlos Vaquerano, director ejecutivo del Fondo Educativo para el Liderazgo Salvadoreño Americano (SALEF).

El papa Francisco firmó el decreto el pasado 7 de marzo por el que “el beato” Romero será canonizado, en una fecha aún no determinada.

A la fiesta que tuvo como fondo canciones folclóricas tradicionales de El Salvador como “Patria, chiquita mía”, acudieron religiosos de diversos credos para rendir tributo a Romero, “la voz de los sin voz” y que fue asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras ofrecía misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia, en la capital salvadoreña.

Salvador Sanabria, director ejecutivo de la organización El Rescate, dijo a Efe que la “inminente elevación a los altares de Romero es una reivindicación de lo que su figura profética representó para la diáspora salvadoreña”.

Recordó que muchos inmigrantes de esa nación se vieron obligados a abandonar su país a causa de la guerra civil (1980-1992), que se cobró la vida de al menos 70.000 personas, es decir “por las mismas razones por las cuales él se convirtió en mártir”.

Se estima que en EE.UU. residen más de 2,5 millones de personas de El Salvador y sólo en California viven alrededor de un millón.

Miles de salvadoreños indocumentados invocan ahora a la “abogacía divina de San Oscar Romero” y sobre todo “para poder promulgar una posible reforma migratoria”, según declaró Sanabria.

“Todos los que conocimos a monseñor Romero en vida ya sabíamos que era un santo”, dijo a Efe María Hilda González, miembro del coro de la catedral metropolitana de San Salvador y quien emigró a los Ángeles el mismo año de la muerte del homenajeado.

“El papá de mi esposo, que era ateo, comenzó a creer en Dios por el ejemplo de monseñor Romero y cuando escuchaba sus homilías nos decía: ‘escuchen, ese hombre es un santo'”, recordó la mujer, quien estimó que ha valido la pena esperar 38 años para la confirmación por parte del Vaticano de algo que su “familia ya sabía”.

Gil Cedillo, concejal de la ciudad de Los Ángeles, dijo a Efe que “la historia de monseñor Romero es la historia de un hombre que nunca abandonó la lucha para cambiar el status quo, yendo contra fuerzas más poderosas que él”.

“Es el mismo espíritu que vemos en cada inmigrante en Los Ángeles, el espíritu de personas luchadoras y que simplemente buscan vivir una vida mejor”, añadió el concejal de un distrito electoral donde se asienta la llamada “pequeña Centroamérica” de la ciudad.