Procesos para caravana migrante se harán lejos del público

caravana1Migrantes centroamericanos que viajan en caravana caminan hacia la frontera antes de cruzarla y solicitar asilo en Estados Unidos, en Tijuana, México, el domingo 29 de abril de 2018. Foto AP/Hans-Maximo Musielik

TIJUANA, MÉXICO.- Los procesos para los integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos que ha llegado a la frontera estadounidense tras atravesar México se realizarán mayormente lejos de la mirada pública, expresaron funcionarios y expertos.

La caravana inicialmente recibió la atención mundial cuando el presidente estadounidense Donald Trump denunció su existencia como una amenaza a la seguridad nacional, y prometió medidas para repelerlos. Pero muchos de los migrantes ahora han pedido asilo, aunque el proceso será largo y transcurrirá tras puertas cerradas de los tribunales migratorios.

Dan Kowalski, director de una publicación especializada en temas migratorios llamada Bender’s Immigration Bulletin, dijo que la gente común “probablemente se enterará muy poco (de los casos migratorios relacionados con la caravana) a menos que el solicitante de asilo tenga un abogado que quiera que el caso salga a la luz pública”.

Veintiocho integrantes de la caravana fueron aceptados para procesamiento el lunes y martes en el cruce San Ysidro en San Diego, dijo un funcionario de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza. Ese cruce, el más transitado del país, procesó unos 50 solicitantes de asilo al día entre octubre y febrero, lo que parece indicar que la espera será breve.

Según las normas migratorias estadounidenses, los candidatos a asilo pasan tres días en instalaciones de inspección fronteriza antes de ser trasladados a centros de detención de largo plazo. Expertos en asilo los interrogan para una evaluación preliminar, generalmente en menos de una semana, para determinar si el caso debe pasar a tribunales migratorios, lo que puede tardar varios años.

Las cortes suelen realizar sus trámites a puertas cerradas. Los expedientes no se hacen públicos y, a diferencia de casos penales o civiles, no se permite el acceso a periodistas ni a otras personas ajenas al caso.

El tamaño de la caravana, aunque minúsculo comparado con olas migratorias previas, es una prueba frente a la retórica combativa de Trump. Miembros del gobierno actual han arremetido contra las leyes que permiten que quienes soliciten asilo sean puestos en libertad mientras el caso toma su curso. Sin embargo, cualquier modificación a las normas debe ser aprobada por el Congreso o por los tribunales.

El secretario de Justicia Jeff Sessions ha prometido despachar más jueces de inmigración a la frontera y ha amenazado con iniciar procesos penales contra los migrantes. El lunes, el Departamento de Justicia anunció que presentó cargos de entrada ilegal contra 11 miembros de la caravana.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo que las solicitudes de asilo serán procesadas “de manera expeditiva y eficaz”. Advirtió que quien mienta en su solicitud de asilo será procesado y que en todo caso, los refugiados deben buscar protección en el primer país al que llegan, como en este caso México.