El Pacto Mundial sobre migración que el gobierno de Trump rechaza

Donald TrumpPresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Foto Gage Skidmore

NACIONES UNIDAS.- La primera ronda de la negociación intergubernamental para definir el Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada arrancó ayer en Naciones Unidas.

El proceso, en el que participan todos los países miembros de la ONU con la excepción de Estados Unidos, busca dar una respuesta internacional a los desafíos que plantean los movimientos de población y mejorar la protección de los migrantes.

La creación de este Pacto Mundial fue acordada por jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo en una reunión celebrada en Nueva York en septiembre de 2016.

Desde entonces, Naciones Unidas ha trabajado en la preparación de un texto que se espera sea aprobado formalmente en una cumbre en Marruecos el próximo mes de diciembre.

Tras la presentación este mes del primer borrador del acuerdo, hoy arrancó la primera ronda de negociaciones bajo la dirección de México y Suiza, los dos países que se encargan de liderar el proceso.

Está previsto que en total se celebren seis rondas de conversaciones y que el texto se cierre en julio, para luego ser adoptado oficialmente en diciembre.

El texto que sirve de base a las negociaciones incluye numerosos compromisos concretos para reforzar la protección de los migrantes y aumentar las vías de inmigración legal.

Entre otras medidas, destacan promesas como la de utilizar la detención de inmigrantes únicamente como “última opción”.

Además, de aprobarse esta versión, los países se comprometerían a dar a los inmigrantes documentación que les permita acceder a servicios públicos sin importar su estatus migratorio, a facilitar la reunificación familiar o a asegurar que no sean discriminados frente al resto de ciudadanos a la hora de obtener servicios sociales.

El borrador incluye también medidas contra los abusos laborales, por ejemplo terminando con la práctica de vincular los visados de trabajo a un único empleador para prevenir violaciones de los derechos de los inmigrantes y darles más oportunidades de tener un trabajo decente.

Los países también pactarían hacer más para salvar vidas en las rutas de inmigración, como en el Mediterráneo, y para combatir a las mafias que trafican con personas.

Por ahora, Estados Unidos es el único país que ha decidido mantenerse al margen del pacto, pues Washington considera que éste choca directamente con los principios del presidente Donald Trump en materia migratoria.

Hoy, en la apertura de las negociaciones, el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miroslav Lajcak, pidió a los países que piensen en el bien común y sean flexibles en sus posturas.

“Si logramos un buen acuerdo, todos ganaremos. Incluso si no logramos exactamente lo que queríamos, porque solidificaremos el papel de Naciones Unidas en el mundo y ese es un papel que beneficia a t todos”, dijo Lajcak.