Acusan a mexicanos de Nebraska de boda falsas para obtener “papeles”

bodaUna mujer y un hombre residentes en Nebraska, ambos mexicanos, fueron acusados casarse con ciudadanos estadounidenses con el propósito de obtener la residencia permanente en el país, según información difundida hoy por la Corte de Distrito federal en Lincoln. Foto EFE/ARCHIVO

DENVER, CO .- Una mujer y un hombre residentes en Nebraska, ambos mexicanos, fueron acusados casarse con ciudadanos estadounidenses con el propósito de obtener la residencia permanente en el país, según información difundida hoy por la Corte de Distrito federal en Lincoln.

En un caso, se acusa a Patricia Salvador Magaña de haberse casado hace seis años con Steven Adams (quien también enfrenta cargos) en la localidad de Grand Island en julio de 2011, aunque, según la corte federal, Magaña y Adams nunca vivieron juntos.

En declaraciones a los medios, el fiscal asistente William Mickle describió la situación como “una estrategia para evadir las leyes inmigratorias”, ya que Magaña obtuvo la residencia permanente (la llamada “green card”) en agosto de 2012.

El enlace fraudulento también habría beneficiado a Adams, quien habría recibido más beneficios económicos por su situación de veterano incapacitado al incluir a Magaña y a los tres hijos de la mexicana como sus dependientes.

Según la corte, Adams recibió poco más de 29.000 dólares en beneficios poco después del “casamiento” hasta la actualidad, monto que de otra manera no habría recibido.

Magaña y Adams ahora deben responder a cargos de matrimonio fraudulento y de robo de servicios del gobierno.

En el otro caso, la justicia acusa a Eloy Nevarez Andazola de haber realizado “declaraciones falsas” bajo juramento sobre su situación inmigratoria y de haber procurado de manera ilegal obtener la ciudadanía estadounidense.

El fiscal Mickle indicó que Andazola se casó en un pueblo al este de Lincoln en 1997, y que, aunque el inmigrante habría dicho en los formularios de ciudadanía y en entrevistas con agentes de Inmigración que él convivió con su esposa hasta 2001 (es decir, hasta cuando él recibió la residencia permanente), ese no habría sido el caso.

La situación comenzó a investigarse en 2015 cuando Andazola inició sus trámites de ciudadanía y, en ese contexto, habría respondido “No” cuando se le preguntó si se había casado sólo por cuestiones inmigratorias, si había cometido un crimen por el que no fue arrestado, y si había mentido ante funcionarios federales para recibir beneficios inmigratorios.

Recientemente, según la corte, un jurado especial determinó que existía suficiente evidencia para presentar cargos contra Andazola, quien tendrá su primera audiencia judicial en Lincoln la semana próxima. Las fechas de las audiencias de Magaña y de Adams aún no se han hecho públicas.

El Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) considera a los matrimonios falsos como crímenes federales de fraude para obtener documentos o beneficios.

Las sentencias por esos crímenes pueden llegar a cinco años en prisión y hasta 250.000 dólares en multas, con penas aún más severas para quienes “arreglen” esos matrimonios.