ACNUR: México debe reforzar protección de refugiados y aumentar recursos

inmigrantes centroamericanos la bestiaInmigrantes originarios de Centroamérica, viajan en el tren conocido como "La Bestia", durante su cruce por México hacia Estados Unidos. Muchos de ellos no logran su meta y se quedan varados en el país azteca. Foto Peter Haden/Archivo

MÉXICO.- El titular del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, afirmó que México debe reforzar la protección de estas personas, así como aumentar unos recursos que, por el momento, son “insuficientes” para atender una problemática que continúa en aumento.

“Esta es una crisis de protección de enormes proporciones, que requiere que tomemos medidas para cerrar esta brecha y atender los problemas”, sentenció Grandi en una rueda de prensa en la Ciudad de México, en el marco de su visita al país y al norte de Centroamérica.

De acuerdo con cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), México recibió 8.781 peticiones de asilo en 2016, lo que supone un aumento de 154,6 % respecto al año anterior.

El alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, habla durante una rueda de prensa, el viernes 25 de agosto de 2017, en Ciudad de México (México). Foto EFE/Sáshenka Gutiérrez

Si se echa la vista más atrás, las solicitudes de asilo aumentaron en el país latinoamericano más de 1.000 % desde 2011.

La mayoría de peticiones (un 86,6 %) provienen de Honduras y El Salvador.

El representante de ACNUR valoró que México “necesita contar con una estructura efectiva de protección”.

Como un aspecto a mejorar, Grandi comentó que hoy en día, un migrante que entre a México por el sur no puede pedir asilo en la frontera, sino que “tiene que ir a ciertas ciudades” para hacerlo, y en ocasiones alcanzar estos lugares a pie puede ser muy peligroso.

Grandi dijo que es “importante tratar de evitar que las personas que buscan asilo y que inician los trámites no sean detenidas”, y subrayó que “la seguridad y el control no tiene que ser la única manera de manejar los flujos de migrantes y refugiados”.

“Hay que desarrollar, invertir, educar, crear empleos, todo esto es igual o más importante que la seguridad”, expuso, convencido de que si no se atacan las causas de la problemática, en un futuro va a seguir existiendo “la misma situación”.

También detalló que en su viaje encontró buenas prácticas en relación con los menores migrantes no acompañados: en varios centros migratorios cuentan con vídeos para explicar a los niños cómo solicitar el asilo y en el estado de Tabasco existe un albergue en el que estos pueden esperar en libertad a que México responda si reconoce o no su condición de refugiados.

Grandi llegó el pasado martes a Guatemala, y posteriormente cruzó la frontera para llegar al sur de México, donde mantuvo encuentros con solicitantes de asilo y refugiados.

Además, el comisionado se reunió hoy en la Ciudad de México con el presidente del país, Enrique Peña Nieto, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y otros altos funcionarios.

En la reunión con el presidente, Grandi expuso que los recursos entregados a Comar “son insuficientes”: “debido a la importancia (del problema), se debe invertir adecuadamente en medidas de protección”, señaló.

Dijo que la Comar es actualmente una instancia “relativamente pequeña” que “necesita tener mayor fuerza para tomar su lugar entre las otras instituciones” y conseguir más presencia.

México cuenta con una “muy buena legislación” en materia migratoria, y en este sentido, “hemos hablado con las autoridades para asegurarnos que esta se implemente correctamente”, aseveró.

Grandi también puso de relieve la necesidad de que la crisis de refugiados tenga un enfoque a nivel regional.

En este contexto, México, que tiene una “orgullosa tradición como país de asilo”, debe jugar “un rol como líder”: “Hoy se le pide que dé cabida a personas con grandes necesidades, personas que requieren una mayor protección cada vez en un mayor número”.

ACNUR estima que alrededor de medio millón de personas cruzan anualmente la frontera sur de México de manera irregular.

Los próximos días, el comisionado viajará a Honduras y El Salvador, donde se reunirá con comunidades afectadas por la violencia y la inseguridad, y finalizará la misión en San José, Costa Rica.