El presidente de EEUU, Donald Trump, pondría fin al plan migratorio conocido como DACA, que ha protegido de la deportación a 800.000 jóvenes indocumentados, pero su decisión se ejecutará en un plazo de seis meses para dar tiempo al Congreso a buscar una solución, según el diario Politico.
El diario, que cita a dos fuentes anónimas conocedoras de la decisión de Trump, asegura que altos asesores de la Casa Blanca se reunieron hoy para preparar los detalles del anuncio sobre el futuro de DACA, que está previsto para este martes.
Además, Politico indica que Trump ya ha informado de su decisión al presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, el republicano Paul Ryan.
Ryan, otros republicanos, numerosos demócratas y líderes empresariales han presionado a Trump para que mantenga DACA, un programa que promulgó en 2012 el entonces presidente Barack Obama y gracias al que 800.000 jóvenes indocumentados han podido frenar su expulsión, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.
Trump puede acabar con DACA mediante una orden ejecutiva, el mismo mecanismo que Obama usó para promulgar el plan en 2012 con carácter temporal, pues el Congreso es el único que tiene capacidad para aprobar leyes y cambiar el sistema migratorio de EE.UU.
Durante la campaña electoral, Trump prometió que acabaría con DACA, aunque posteriormente, ya desde la Casa Blanca, reconoció que ese era “uno de los temas más difíciles” a los que tenía que hacer frente durante su presidencia y aseguró que lo encararía “con corazón”, sin dar más detalles.
Sobre si los “dreamers” (soñadores), como se conoce a los jóvenes protegidos por DACA, deben estar preocupados, Trump comentó la semana pasada: “Amamos a los dreamers. Amamos a todo el mundo. Creemos que los dreamers son fantásticos”.
En la misma línea, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, señaló que el presidente estaba trabajando “en la mejor decisión posible” sobre DACA.
Por su parte, activistas y grupos comunitarios advirtieron tras el anuncio de Politico que la última palabra no quedará dicha hasta el martes, cuando Trump haga su anuncio coincidiendo con el plazo que le dieron los fiscales generales de diez estados conservadores encabezados por Texas y que amenazaron con interponer antes del 5 de septiembre una demanda contra el Gobierno si no deroga el programa.