Inmigración

Organizaciones y entidades mexicanas coinciden en que hay menos deportaciones

El padre Patrick Murphy, director de la Casa del Migrante Scalabrini, en Tijuana, BC, dijo a Inmigración.com que las cifras de deportados por la frontera con Baja California se redujeron en comparación con el año 2016. Foto Inmigración.com / Manuel Ocaño

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA.- La Casa del Migrante en Tijuana, el Instituto Nacional de Migración (INM) e incluso un traficante de indocumentados coinciden en que en todo el año pasado hubo menos deportados en la frontera mexicana con Baja California pese al cambio de prioridades de deportación de la administración del presidente Donald Trump.

El padre Patrick Murphy, director de la Casa del Migrante Scalabrini, dijo a Inmigración.com que “no hemos visto las deportaciones masivas que se esperaban con la presidencia de Trump y de hecho en la casa tuvimos menos personas deportadas”.

El sacerdote de la orden que vela por los refugiados y los migrantes estimó que a lo largo del 2017 el refugio ayudó a alrededor de ocho mil personas, entre deportados y extranjeros en México, en su mayoría centroamericanos.

Migrantes suben a la barda fronteriza al este de Tijuana mientras un vehículo de la patrulla fronteriza se aproxima para interceptarlos en caso de que salten a California. Foto Inmigración.com / Manuel Ocaño

“La cantidad de migrantes que auxiliamos en el año es mucho menor que en el 2016, cuando apoyamos a muchos migrantes de Haití y de países africanos”, dijo Murphy.

El padre dijo que la mayoría de los migrantes que llega ahora a la frontera la integran mexicanos que huyen de la violencia en sus lugares de origen.

Murphy lamentó que “el 99.9 por ciento de esos mexicanos que piden asilo son rechazados” y entonces regresan o buscan ayuda da familiares en otras regiones de México.

El delegado regional del INM en Baja California, Rodulfo Figueroa, sostuvo que las cifras oficiales coinciden en que hay menos deportados a través de la frontera de California con México.

“En todo el año registramos tal vez menos de 50 mil personas deportadas, unos 14 mil menos que en el 2016”, dijo el funcionario.

En otras palabras, durante el último año de gobierno de Barack Obama “tuvimos más deportados a Baja California que durante el primer año de presidencia de Donald Trump”, explicó.

Figueroa opinó que el número de deportaciones bajó por una combinación de razones, de las que las dos más importantes son que en el 2017 fue más difícil cruzar la frontera a Estados Unidos y porque en México habría mejorado la economía y los mexicanos encontraron mejores oportunidades de trabajo en su país.

“Santiago”, un traficante de personas de Tijuana, dijo que hay menos deportaciones “porque hay menos gente que cruza la frontera”.

Opinó que con tarifas que pueden llegar a siete mil y hasta los 15 mil dólares por persona, menos personas se atreven a correr el riesgo, pues “si son detenidos no se les regresa su dinero”.

Además, los migrantes son cada vez más víctimas de secuestros de grupos de crimen organizado.

Armando, un joven jardinero indocumentado en el sur de California, opinó que puede haber menos deportaciones, aunque hay más detenciones, porque la comunidad migrante se cuida más.

“A los que están deportando más son a los que el gobierno de Estados Unidos ya sabe que están aquí, y hasta por una multa son detenidos por la policía; a los que no tenemos record también nos detienen, pero somos muy pocos comparativamente y ahora nos cuidamos más”, dijo.

Todas esas versiones parecen confirmar cifras del reporte anual más reciente del Departamento de Seguridad Interior (HSD).

Según el informe, las detenciones a lo largo de la frontera mexicana alcanzaron su nivel más bajo en casi 50 años durante el año fiscal 2017, que terminó el último día de septiembre.

Las cifras oficiales indican que en el año fueron detenidos 310 mil 531 indocumentados en la frontera, incluidas las garitas o puertos de entrada.

El reporte señala que por lo menos un diez por ciento de esos detenidos -más de 30 mil personas-, son migrantes que fueron aprehendidos en más de una ocasión al intentar cruzar a Estados Unidos, lo que reduciría el número de personas detenidas a alrededor de 280 mil.

El padre Murphy, de la Casa del Migrante, dijo temer que una cantidad importante de las personas contadas como deportadas sean las familias de mexicanos que llegan a buscar asilo, les toman huellas digitales y luego los regresan a México.

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