Inmigración

Una indocumentada se reúne con su hijo de tres años que se demora en reconocerla

La guatemalteca Mircy Alba López fue registrada junto a su hijo Eder Galicia, de 3 años. Foto EFE/Archivo

PHOENIX, AZ.- La guatemalteca indocumentada Mircy Alba López estuvo cuatro meses separada de su hijo Eder Galicia, de 3 años, y ayer volvió a reunirse con él entre la alegría del reencuentro y la pena de notar que su pequeño no la reconocía.

Separados tras llegar a la frontera con México, como consecuencia de la política de “tolerancia cero” hacia la inmigración ilegal implementada por la Administración del presidente de EEUU, Donald Trump, la mujer volvió a abrazar a su hijo luego de una decisión judicial que ordena la devolución a sus padres de niños indocumentados menores de cinco años.

“Cuando mi niño me vio ya no me reconocía, se me quedaba mirando a la cara, no dejaba de mirarme, ¿usted cree? Ya cuatro meses sin verme”, relató a Efe esta madre de 31 años, con la voz entrecortada.

Mircy Alba López es una de las beneficiadas por la orden del magistrado federal Dana Sabraw, que preside el caso en la demanda entablada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) al Gobierno por separar a menores de sus padres a su llegada a la frontera.

Sabraw, cuya corte está en San Diego (California), determinó a finales del mes pasado que 102 niños menores de 5 años debían volver con sus padres indocumentados para hoy, y estableció que el resto (de 5 años en adelante) debe reunirse con sus familiares para el próximo día 26.

El Departamento de Justicia dio cuenta ayer del inicio del proceso de devolución de los niños menores de cinco años a sus padres, como es el caso de Eder que permaneció en un albergue operado por el contratista gubernamental Southwest Key luego de que su madre fuera llevada a un centro de detención tras ser aprehendida en la frontera.

“En el momento que me agarran me separan de mi hijo, me dijeron que sí me lo iban a dar pero tenía que ir a prisión por castigo durante tres meses y de ahí me iban a deportar”, explicó la madre a las afueras de la estación de autobuses regionales en Phoenix, Arizona, donde se aprestaba a viajar a Florida.

La guatemalteca indocumentada Mircy Alba López estuvo cuatro meses separada de su hijo Eder Galicia, de 3 años, y ayer volvió a reunirse con él entre la alegría del reencuentro y la pena de notar que su pequeño no la reconocía. Foto EFE

Alba permaneció cuatro meses en el Centro de Detención de Eloy, en Arizona, y asegura que nunca se le proporcionó información “correcta” sobre la ubicación de su hijo.

“Adentro es horrible, hay muchas madres que se quedaron llorando por sus hijos, no les dan ninguna respuesta, ahí adentro no existe la información para las madres, nada de lo que nos dicen es correcto”, denunció.

La madre guatemalteca, que viajó a Florida para reunirse con familiares, mencionó que los agentes de inmigración no le permitieron permanecer con su hijo.

“Les dije que solo tenía 3 años. Les suplique, les lloré que me deportaran junto con mi hijo, pero me repetían que tenía que pagar mi castigo de tres meses por cruzar de manera ilegal”, comentó.

La mujer finalmente ha logrado reunirse con su menor y poder seguir su caso fuera de un centro de detención.

La abogada del Departamento de Justicia, Sarah Fabian, señaló en una audiencia que los padres reunidos con sus hijos menores de cinco años serán liberados con un grillete electrónico y podrán proseguir sus casos bajo libertad condicional.

Eder lucía ropa y zapatos nuevos. Su madre dijo que le habían regalado varios cambios de ropa y juguetes para su pequeño.

Una campaña de recaudación hecha por la organización Raíces recaudó 20 millones de dólares para pagar las fianzas de madres inmigrantes detenidas y separadas de sus hijos en la frontera de Estados Unidos con México, según anunció hoy esta organización.

Sobre su futuro, Alba solo sabe que tiene una cita en la corte el 18 de julio para definir su situación migratoria en Estados Unidos.

“No me dijeron qué iba a pasar con mi niño, solo me comentaron que en esa corte me iba a decir lo que iba a suceder conmigo y mi hijo”, agregó.

Antes de tomar su autobús Alba pidió a todas las madres y padres separados de sus hijos tener paciencia y fe.

“A mí me decían las personas dentro de Eloy que no me iban a devolver a mi hijo, que aquí se los quitaban a las madres para darlos en adopción, pero no fue así”, dijo.

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