Inmigración

Vuelve a California la enfermera deportada a México y que logró perdón

Encuentro sobre inmigración en Park City

El jefe de policía de Park City Wade Carpenter (der.) y el comisario del condado Justin Martínez (centro) asisten a una reunión en la Iglesia Episcopal de San Lucas sobre inmigración. A los asistentes se les ofrece asesoría en casos de deportación y cómo afrontar un encuentro con oficiales de ICE. Foto Archivo EFE/George Frey

Los Ángeles, CA.- La enfermera y madre de cuatro hijos que fue deportada y logró el perdón de las autoridades migratorias de EE.UU. regresó a California para reunirse con su familia, un retorno que calificó como “el mejor regalo de navidad” que ha recibido en su vida.

María Mendoza Sánchez, de 48 años y quien el año pasado tuvo que separarse de sus cuatro hijos cuando fue deportada a México, regresó el sábado 15 a su hogar en Oakland, California, tras 16 meses fuera del país, y después de que el Gobierno le otorgará un perdón y le aprobara una visa de trabajo.

“Este es realmente un sueño que no esperé”, dijo Mendoza en declaraciones a la prensa a su llegada al Aeropuerto Internacional de San Francisco.

“Estoy muy feliz de estar de vuelta y reunirme con mis hijos, una de las cosas más dolorosas de la vida es la separación de una madre de sus niños”, agregó.

La mujer inmigrante fue deportada, junto a su esposo Eusebio, en agosto de 2017 y tras más de dos décadas de residencia en el país.

La pareja había intentado legalizar su estatus desde el 2002, pero en 2011 un juez de inmigración les negó la petición y los colocó en riesgo de deportación.

Por más de cuatro años, y bajo al Administración de Barack Obama, los esposos no fueron prioridad de las autoridades de migratorias, pero las cosas cambiaron con las nuevas directrices del Gobierno Trump.

A pesar de recibir el apoyo de la comunidad y de políticos como la senadora demócrata Dianne Feinstein, el Servicio de inmigración y Control de Aduanas (ICE) ordenó su deportación y la pareja salió del país, dejando a sus hijos de 24, 22, 17 y 13 años.

“Hubo muchos días que estuve dispuesta a rendirme”, reconoció la mujer, que en el aeropuerto fue recibida por sus hijos, allegados y compañeros del Hospital Highland, en Oakland, donde trabajaba hasta ser expulsada del país.

Fue precisamente esa institución médica que le abrió una ventana al respaldar una petición de trabajo que a la larga le concedió una visa de trabajo como profesional calificado.

“La Visa H-1B no hubiera servido de nada sin obtener un perdón del Gobierno y así eliminar el castigo de 10 años para regresar a Estados Unidos”, explicó a Efe Camiel Becker, abogado de Mendoza.

El jurista explica que gracias a la buena conducta de la mujer y su dedicación como enfermera del departamento de oncología del hospital, entre otros factores, el Gobierno optó por concederle el perdón y autorizar su entrada.

“A pesar de la separación injusta, inhumana y cruel de Trump de esta familia, María no se rindió, esto debe ser un ejemplo”, manifestó Camiel.

A juicio del abogado, el caso sienta un precedente de que los estudios y logros profesionales en EE.UU. pueden dar frutos y esperanza para todos aquellos indocumentados o inmigrantes que están a punto de perder los amparos de la Acción Diferida (DACA) o Estatus de Protección Temporal (TPS).

Aunque esta será la mejor navidad para la madre migrante, a esta familia aún le falta un integrante, ya que Eusebio tuvo que quedarse en Hidalgo, México.

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