Inmigración

Migrantes hondureños cambian el sueño americano por México

Caravana centroamericana

Migrantes hondureños que han decidido acogerse a la tarjeta humanitaria para establecerse de manera legal en territorio mexicano esperan el trámite del documento final que les permitirá buscar trabajo o ir a la frontera con Estados Unidos en busca de su ingreso a territorio norteamericano. Foto EFE

Suchiate, México.- El hondureño Juan Fernando espera la tarjeta de visitante por razones humanitarias de México, país donde quiere permanecer en lugar de seguir a Estados Unidos, un deseo compartido por miles de integrantes de la reciente caravana de centroamericanos llegada a la frontera sur mexicana.

“La verdad buscamos un espacio aquí en México porque para ir a Estados Unidos se requiere de dinero y no lo tenemos”, expresó Juan Fernando mientras espera pacientemente en el parque de Suchiate, el punto fronterizo de México con Guatemala.

Juan Fernando confía en que él y su familia recibirán estas tarjetas de visitante por razones humanitarias que México ha ofrecido a los miembros de esta caravana, la primera del 2019, luego de las llegadas en el último trimestre del año anterior.

“Lo que vamos hacer es que con la ayuda que vamos a tener vamos a buscar trabajo”, expresó a Efe Juan Fernando, quien tiene como oficio la albañilería.

Relató que en su país de origen las cosas se ponen más difíciles económicamente y que por seguridad su familia tomó la iniciativa de unirse a la caravana que tiene como meta final Estados Unidos.

Con él viajen su esposa y dos hijos, su hermana y tres cuñadas más, quienes llevan consigo a sus hijos, con edades de ocho meses, dos, cinco, siete y ocho años.

“Vamos a la Ciudad de México, dicen que es bueno, que ahí hay fuente de empleo, que se paga bien, por eso queremos ahí”, comentó.

El migrante hondureño explicó que no busca ir más lejos de la capital mexicana porque les han contado que es muy peligroso por la presencia de grupos de narcotraficantes y secuestradores, un riesgo que no desea para su familia.

Juan Fernando dijo que el trayecto desde honduras ha sido muy difícil, especialmente por la desilusión de ver que su moneda, la lempira “no tiene valor” frente al quetzal de Guatemala, con una cotización de 3,1 lempiras por quetzal.

“Es muy difícil porque durante el paso por Guatemala vemos que el quetzal es más caro, México nos ayuda un poco más no tanto, pero si nuestra moneda esta devaluada totalmente, es difícil pero se tiene que superar” enfatizó.

En tanto Juan espera con sus niños, hermana y un cuñado, su esposa Sheyla Matamoros se encuentra en el albergue del Instituto Nacional de Migración de México con su bebé de ochos meses para recoger la tarjeta de visitante humanitaria, la que obtuvo después de varios días de espera.

“Estoy súper agradecida porque es una oportunidad grande que nos abrió México porque mi destino es Estados Unidos”, comenta.

“Voy a ver primero (si hay) trabajo aquí, en México y después poder ir a Estados Unidos y nada más trabajar y tal vez me dan la oportunidad de estudiar”, manifestó.

Al llegar a la frontera de Guatemala con México, la familia de Juan y Sheyla permaneció en un albergues en Tecún Umán, donde hay unos 4.000 migrantes a la espera de una respuesta favorable de México a la solicitud de visitante humanitario.

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