Inmigración

EE.UU. atribuye la caída de arrestos fronterizos a la política de tolerancia cero

EQUIPO DE RESCATE DE LA PATRULLA FRONTERIZA SALVA LAS VIDAS DE INDOCUMENTADOS

Dos miembros de la Patrulla Fronteriza orientan a unos indocumentados arrestados en Arizona. La llegada de grupos de familias indocumentadas es el nuevo fenómeno que han detectado las autoridades detrás de lo cual estarían grupos de contrabandistas que someten a estas personas a los peligros y las extremas temperaturas del desierto, entre otros riesgos incluyendo la muerte. Foto archivo EFE/Gary Williams

WASHINGTON, DC.- Las autoridades estadounidenses atribuyeron el fuerte descenso en el número de detenciones en la frontera sur del país, que en junio se redujo en un 18 % con respecto a mayo, a la política de “tolerancia cero” del Gobierno del presidente Donald Trump hacía los inmigrantes irregulares.

Durante el pasado junio se produjeron 34.114 detenciones, lo que supone un dato notablemente menor al registrado en mayo, cuando fueron arrestadas 40.338 personas, de acuerdo con datos divulgados el 5 de julio por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en el informe mensual de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

“A raíz de la implantación de la política de ‘tolerancia cero’ de la Administración, los datos migratorios de la frontera sur se han reducido un 18 % en comparación con el mes anterior”, celebró el DHS en un comunicado.

Esta política ha sido ampliamente criticada por numerosos sectores del país por implicar la separación de los menores de sus padres, lo que ha generado una gran controversia que ha llevado a los demócratas, entre otros, a exigir al presidente Trump que ponga fin a esta medida.

Sin embargo, la Casa Blanca alega que no hace sino aplicar las leyes de manera estricta e insiste en que es el Congreso el que debe cambiar la legislación migratoria para acabar con esta situación.

“El DHS seguirá aplicando las leyes y haciendo valer la legislación migratoria de nuestra nación aprobada por el Congreso (…). Seguimos instando al Congreso a que haga frente a la crisis fronteriza y acabe con los vacíos legales que provocan la inmigración ilegal”, agregó la institución en su comunicado.

Uno de los principales argumentos esgrimidos por el Gobierno es que durante la anterior Administración del presidente Barack Obama también existían centros de acogida en los que permanecían los menores hasta que se les encontraba un tutor adecuado que se hiciera responsable de ellos.

Los expertos, no obstante, denuncian que la principal diferencia entre ambos Ejecutivos es que antes de la llegada de Trump al poder los menores que acababan en centros de acogida eran sólo aquellos que habían ingresado solos en el país.

En este sentido, cabe señalar que el número de menores detenidos en junio al entrar solos en el país fue de 5.115, frente a los 6.388 del mes de mayo. Desde octubre, esta cifra asciende a un total de 37.450, lo que supone un incremento del 13 % con respecto al mismo período del año anterior.

La mayoría de estos menores procedía de Guatemala (17.649), seguidos de Honduras (7.780), México (7.682) y El Salvador (3.279).

En cuanto a aprehensiones de familias, cabe señalar que el número de detenciones fronterizas el mes pasado fue de 9.449, un dato que apenas varía con respecto al mes anterior, cuando fueron 9.485.

El propio secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS), Alex Azar, también defendió la efectividad de la política de “tolerancia cero” y, durante una rueda de prensa insistió en que los migrantes deben acceder al país por los puestos de entrada legal.

Si embargo, el informe de la CBP muestra que, en realidad, esta posibilidad se ha vuelto también una opción más complicada.

El apunte no desglosado de detenciones y personas consideradas inadmisibles en la frontera estadounidenses arroja un dato de 42.565 registros, casi el doble que en el mismo mes de al año anterior, cuando esta cifra fue de apenas 21.657.

Durante el primer año de mandato del presidente Trump las detenciones de inmigrantes indocumentados en las fronteras estadounidenses cayeron hasta las 415.191, es decir, un 26,28 % menos que el año anterior, cuando habían sido aprehendidas 563.204 personas.

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